“Únicamente compra aquellas acciones que puedas mantener… despreocupadamente, así al mercado (accionario) lo cerraran por 10 años”. Esta frase es de Warren Buffet, uno de los inversionistas más exitosos del mundo; el segundo hombre más rico del mundo, según la revista Forbes, que ha hecho buena parte de su fortuna comprando acciones en la Bolsa de Valores. Su filosofía de inversión es comprar “valor”, no el precio de las acciones, con la expectativa de acumular patrimonio en el largo plazo; es decir, acciones de aquellas empresas a las que ve un futuro promisorio con base en el análisis de su situación financiera, administración, prestigio y posicionamiento.

Ahora bien, la mayoría de las personas no cuenta con los conocimientos necesarios para seleccionar las mejores acciones siguiendo la metodología de Buffett —aunque se puede aprender— pero sí podemos invertir en las 35 acciones de las empresas más grandes y que más se operan (compran y venden) en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), con lo que se tiene una inversión diversificada y rentable en el largo plazo. Esto podemos hacerlo a través de dos opciones: a) Fondos o sociedades de inversión indizadas al Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la BMV; lo que significa que invierte en las mismas acciones que componen este índice representativo del comportamiento del mercado accionario mexicano, aunque no necesariamente incluyen todas las acciones ni en la misma proporción; además, cada operadora aplica comisiones distintas y esa puede hacer la diferencia en el rendimiento entre uno y otro fondo. b) Otra opción es comprar acciones del Naftrac, un Exchange Traded Fund (ETF) indizado que sí es un espejo del IPC, por lo que su rendimiento es exactamente igual.

Preparate para la Carrera!

Ahorrar e invertir son cosas distintas. Ahorrar es acumular dinero para tenerlo disponible en cualquier momento y no importa que no ganes intereses. Al invertir se busca que el dinero crezca; aquí sí importan los rendimientos y para conseguir resultados se requiere del largo plazo:

1 El primer paso es no tener deudas fuera de control: los créditos no son malos, pero si no los usas con responsabilidad se pueden convertir en grandes enemigos.
*Puedes invertir y tener deudas al mismo tiempo, pero deudas controladas y que sean para adquirir un bien duradero (una casa, un coche, muebles).

2 Después hay que comenzar a generar excedentes: ahorro. Es necesario que tengas una cuenta bancaria para administrarlo, esto te permite tener el dinero a la mano, al alcance de un cajero automático o de una ventanilla bancaria.
*Posteriormente, si tienes una meta un poco más larga, cercana al año, entonces un pagaré bancario puede ser un buen instrumento, porque te da certeza de lo que te va a pagar y el tiempo en que lo va hacer.

3 El tercer paso es voltear a ver el largo plazo, invierte el dinero que no vayas a necesitar en un año o poco más. Para invertir en este plazo (al menos un año) puedes contemplar opciones como las Afore.

4 Después en un fondo de inversión de mercado abierto, que se pueden comprar en cualquier institución financiera. (En este paso es fundamental que sepas para qué quieres el dinero y cuándo lo vas a necesitar, porque de ahí dependerá el tipo de fondo que debes contratar). Busca un buen asesor.

5 Contempla los seguros: hay seguros de vida que tienen específicamente un programa de ahorro e inversión.

Artículo de Matiana Flores

Colaboradora externa de Condusef y la revista Haz Crecer tu Dinero

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